miércoles, 15 de agosto de 2007

Capítulo V

Normalmente casi todas o todas las sectas ocasionan una serie de perjuicios y trastornos, tanto físicos como mayormente psicológicos, a sus adeptos, de menor a mayor gravedad. Sin embargo, toda la problemática y/o secuelas que los grupos sectarios pueden ocasionar a sus adeptos durante su estancia en dichos grupos destructivos, depende fundamentalmente de tres características.

La primera es del tipo de Secta Destructiva. No todas las sectas alcanzan en su propia dinámica, estructura y adoctrinamiento, la misma peligrosidad.

La segunda característica es el tiempo de permanencia o de estancia del adepto en la secta en la cual ha estado en cuestión.

Y, por último, la tercera característica es la resistencia psíquica y física del adepto al lavado de cerebro, es decir, a la modificación del pensamiento. No todas las personas tienen, o poseen, la misma resistencia psíquica y física a un "bombardeo" constante de dogmas, filosofías y teorías sin sentido, a una presión psicológica cada vez mayor y constante en el tiempo, a un intento de cambiarle su personalidad, emociones y sentimientos, a una alteración brusca en el sueño, a una alimentación escasa o bien negativamente vegetariana, a un ritmo de trabajo excesivo y nulamente remunerado, a un control de la información, o a una ruptura de lazos familiares, de pareja, sexuales, amistosos, de ocio, etc.

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