2.- Efectos en la Sociedad

Para ver los efectos y consecuencias que producen estos grupos dentro de la sociedad recordaremos el caso del asesinato en la Catedral Metropolitana a manos de un integrante de una Secta Satánica.

* El atacante fue reconocido como Rodrigo Orias de 25 año. El padre Faustino Gazziero, de 69 años, fue atacado cuando bajaba del altar rumbo a la sacristía.

La Policía allanó la pieza de una residencial en que Orias vivía en Santiago, y se informó que encontró allí una cruz invertida, y que el hombre tenía sábanas negras en su cama.

La familia de Orias en la ciudad austral de Coyhaique no comentó el asesinato, pero algunos vecinos dijeron a periodistas locales que lo conocían como una persona tranquilla, aunque a su juicio extraña en el vestir, generalmente con un largo abrigo negro, de cuello subido.

Tras el ataque, según testigos, Orias untó su cara con la sangre del religioso, y luego se ocasionó heridas en el cuello y el pecho con el mismo cuchillo que usó en el ataque.

"Está lleno de figuras diabólicas, como un tremendo carnero, que para nosotros es la personificación del Demonio, tatuado en uno de sus hombros", dijo Hevia al diario Las Últimas Noticias.

"¡Por Satán!" exclamó el asesino al momento de enterrar la daga en el cuello de religioso.

"Se ha podido determinar que existe una agrupación llamada 'Los Hombre de Negro', a la que pertenecería Orias", dijo a la prensa el prefecto jefe de la Policía de Investigaciones, Eduardo Naranjo.

El grupo, que se caracteriza porque sus miembros visten todos de negro y usan pesadas botas de tipo militar, solía reunirse por las noches para conversar y escuchar música con referencias satánicas, de acuerdo con las primeras investigaciones. religioso.

Hace dos años sus integrantes, entre ellos Orias Gallardo, fueron acusados de profanar una capilla en Coyhaique, donde destruyeron el crucifijo principal, una imagen de la Virgen María y vasos sagrados.

"Los Hombres de Negro" conforman una de las casi 80 sectas satánicas que operarían en Chile, reveló un estudio preparado por la Cámara de Diputados en 2001.

Los grupos, con distintas corrientes, estarían operando desde la década de los setenta, señaló el estudio. (ver anexos pag. 17 y 18).

Este caso deja en evidencia el nivel de peligrosidad que tienen estos grupos satánicos dentro de la sociedad, ya que no es algo que los involucre solamente a ellos, sino que utilizan a gente “normal” (dentro de lo aceptable), para realizar sus escandalosos ritos y sacrificios a Satanás.